¿Dónde está la ignorancia realmente?
El texto objeto de comentario pertenece a un artículo escrito por Manuel Humberto Restrepo Dominguez, un colombiano máster en filosofía y sociología de Derecho y Derechos Humanos. En este, se nos habla sobre la situación de crisis de la educación pública que se vive actualmente en Colombia. La irresposabilidad del Estado para repartir justamente, o, al menos, cumpliendo con su palabra, los recuros monetarios que habían sido destinados desde un principio para el área de pedagogía pública, está provocando el desbordamiento del sistema e, incluso, llevando a la gente a adoptar acciones extremistas.
Este artículo de opinión saca a la luz las principales razones por las cuales la comunidad estudiantil ha estado realizando marchas y protestas a lo largo y ancho del país demostrando así su inconformidad con las acciones o, mejor dicho, la falta de soluciones por parte del Gobierno. Esta, resulta ser una situación caótica que está afectando a muchas más personas de lo que se tenía pensado.
¿Cuáles son las razónes? El gran detonante para estas movilizaciones tiene que ver con un déficit histórico en recuros, como por ejemplo, el presupuesto para la infraestructura de las universidades públicas y el funcionamiento de las mismas. Otros de los motivos que están incentivando a las protestas ciudadanas tiene que ver con el programa estatal "ser pilo paga" ya que los estudiantes afirman que con los recursos destinados a los mercados y al sostenimiento de este proyecto se puede mantener a alrededor de 500 estudiantes de las universisdades pública. Aunque bien es cierto que el actual presidente de la República, Iván Duque, afirmó y prometió durante su campaña y primeros días de mandato, restructurar dicho programa y tener en cuenta a aquellos de alumnos de las clases populares.
Ahora, céntrandome un poco más en la opinión de Manuel Humberto, se podría resumir la situación actual del país como un coctel de arrogancia, egoísmo, una actitud llegando a ser clacista y, sobre todo, la ignorancia colectiva. Porque, sin duda, el autor definde a los estudiantes y sus acciones por retomar el poder y demostrar de lo que son capaces al Estado, el cual, con total indiferencia, se rasca la panza sin mover ni un solo dedo. Demostrar que ellos dependen del Estado, pero que el Estado también depende de ellos.
Sin embargo y dando pie a mi opinión personal sobre el tema, querría una frase escrita en este artículo: " las plazas llenas, sin el menos asomo de violencia con forma organizativa renovada, creativa y convenciada...". Violencia, palabra más usado en el diccionario colombiano. Palabra que tiene historia con nosotros y que sigue surgiendo en las bocas y mentes de la población.
Según el Artículo 37 de la Constituciónd de 1991, el pueblo colombiano tiene garantizada la libertad de reunirse, maniferstarse de manera pública y pacífica. Este como derecho fundamental, es una herramienta de la ciudadanía para exigir el cumplimiento de sus derechos a través de la protesta. Y, estoy totalmente de acuerdo en este sentido, ya que me parece que las protestas sociales tienen un punto positivo en el sentido de que, en este caso, la comunidad estudiantil, está exigiendo derechos gracias a que hoy en día hay mayor transparencia y difución de datos e información con acceso universal. A comparación de antes cuando el Gobierno se guardaba sus secretos y acciones por entre los bolsillos (aunque no diga que la situación haya cambiado mucho que digamos en la actualidad)
Sin embargo, y por lo que rozo con los pensamientos parcialmente del autor, es que lo que es incorrecto es la forma en la que abusan las masas de ese poder que les es otorgado. Ya que, los estudiantes terminan perdiendo su norte y razón por la cual salen a las calles a protestar. Pero es que claro, como en todo, nos encontramos con puntos a favor y en contra.
Para nadie es un secreto que la corrupción es uno de los principales problemas que tiene Colombia. Y no solo en nuestros tiempos, sino que ha persistido a lo largo de la historia de este país. Podemos decir que
Pero no son todos los estudiantes, por eso es que no se puede generalizar o estigmatizar. No se puede decir que todos los estudiantes de la Nacional son guerrilleros o que buscan provocar terror y pánico enre la sociedad. El problema es que hay unos que se infiltran.
Ahorita con todas esas marchas hay una gran presión pero si el gobierno no tiene recursos ¿de dónde los va a sacar? Muy seguramente los tiene, o tiene los medios por donde sacarlos. Pero él también tiene que equilibrar, porque sino los demás sectores y gremios de la sociedad, como la salud por ejemplo, van a exigir también dinero y renumeraciones con la excusa de ¿por qué a ellos sí y a nosotros no?
Para eso hay unas instancias, para eso están los concejales, congresistas, para que exigan la correcta ejecución de los recursos. Pero si nos vamos a las vías de hecho, que son estas protestas no pacíficas, no es correcto.
Entonces hay personas que se aprovechan y manipulan las masas. Por ejemplo Petro, incentivando el terror y las abruptas revueltas, promoviendo así ideologías negativas para el país, como la violencia y el vandalismo. Ya que, abusa del poder y la fama que tiene al poseer un puesto importante en el Senado y, además, siendo personaje importante de la historia política de Colombia. En últimas a este político lo único que le interesa es que el pueblo se desborde para aprovechar y sacar en cara el error de los colombianos al no votar por el como Presidente de la República. Como siempre, la historia de los interéses y poderes que han perdurado en este país se repite.
Es por esto que, por medio de estos mensajes de insurrección, uchos de sus seguidores y gente del común adoptan y son influidos por estas modalidades de "hacer el cambio posible sin importar el coste" en lugar de reflexionar y pensar sobre la situación actual.
En lugar de disminuir, están amentando cada vez más y más las personas que deciden salir a la calle a, no realizar una marcha pacífica, sino de una vez agarrar la piedra y lanzarla contra el policia. Porque eso es lo que ya se ha popularizado a lo largo y ancho de nuestra cronología. El solo hecho de que por cualquier cuestión que se salga de las manos del Estado y este no pueda controlarlo, y planta en las mentes del pueblo un determinado pensamiento de lucha y rebelión. En lo cual no estoy en desacuerdo para nada, es más, me parece que las protestas sociales son parte escencial para el avance y desarrollo de un país. Porque estas evidencian el interés de la comunidad por una mejoría. El problema llega cuando la gente deja de lado su razón y ética y comienza a actuar por actuars sin siquiera pensar en las consecuencias.
Es por esto que es bueno conocer para evitar dejarse manipular por los de arriba, quienes terminan siendo aún más ignorantes que el propio pueblo. Esa es la razón por la cual muchos colombianos terminando riendiéndose por este país. Por buscar soluciones a los problemas de siempre. Porque no hemos podido aprender de nuestros errores y los seguimos cometiendo, provocando que la gente pierda la fe y esperanza en un futuro prórero, renovador y diferente.
Claro, precisamente el estudiante A o B no iba a ser aquel quien tirára la papabomba contra el ESMAD. Porque todo el mundo sabe que en este país ha infiltrado guerrilla ha infiltrado personas a las universidades y vayan queriendo han querido captar a los jóvenes para lavarles el cerebro con ideas, no revolucionarias, sino extremistas y que recurren a la violencia como solución a todos los problemas.
Esa ha sido una estrategia, es por esto que nos encontramos con comandantes del ELN que han cursado carreras universitarias, formados académicamente y que deberían por lo cual ser "cultos" y con uso de razón, por decirlo de alguna manera. Porque es que uno ve las noticias con la idea de que todos aquellos son gente de pueblo, campesinos que no han recibido educación. Cuando en realidad nosotros nos estamos matando entre nosotros.
Claramente el interés general general prima sobre el particular
Exeden esos derechos, pq prima el interés del resto de la comunidad, no solo de ellos
Escrito por: Laura Peláez, 1B Bach
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