Al igual que el argumento ontológico de San Anselmo, Santo Tomás de Aquino, otro teólogo y filósofo italiano, realizó su propio razonamiento y demostración de la existencia de Dios, la Suma Teológica. Esta representa el último compendio de todo su pensamiento a lo largo de su vida.
Su demostración la dividió en cinco vías a priori expuestas de modo magistral y pruebas propiamente metafísicas basándose en todo aquello conocido por el hombre.
-Primera Vía: el movimiento. Somos consientes y sabemos que existen seres en este mundo que tienen la capacidad de desplazarse o moverse. Pues bien, todo aquello que se mueva debió haber sido movido por otra cosa, dándo lugar a una serie infiníta de causas. Pero, ¿quién fue el primer movido y por quién fue movido este? La respuesta a esta pregunta, según Aquino, es Dios, quien es y fue el primer motor inmóvil.
-Segunda vía: la eficiencia. Somos consientes de que las causas eficientes forman una sucesión y nada es causa eficiente de sí mismo, por lo que se debe ratificar la existencia de una primera causa eficiente inacausada, Dios.
-Tercera Vía, la contingencia. Existen seres que se consideran no necesarios ya que, al comenzar su existencia, perencen. Es por esto que, si todos los individuos fueramos contingentes, no existiríamos. Pero es que, una serie causal infinita de seres contingentes es imposible, entonces ¿Por qué existimos? Debemos tener una causa, ya que un primer es necesario, el cuál es Dios.
-Cuarta Vía: los grados de perfección. Si admiramos distintos grados de excelencia en los seres de este mundo, debe ser que exite un modelo a segir y del cual nos guiamos para realizar una comparazión. Un ser máximamente verdadero y supremo, como Dios.
-Quinta Vía: la finalidad. Los seres actúan con un fin, pero si no poseen conocimientos, solo pueden seguir órdener y ser dirigidos por un ente inteligente. Existe un diseño o una finalidad en el mundo por lo que debe también existir un ser que haya pretendidio dicho fin y observa en todo el universo. Ese ser inteligente es Dios.
Como se puede ver claramente, la idea y motivo fundamental de esta argmentación es que la existencia de Dios no pertenece necesariemante a la fe, ya que a esta verdad puede acceder el hombre mediante su razón y este acontecimiento no elimina la posibilidad de que la verdad dicha esté revelada.
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