domingo, 2 de junio de 2019

Pecha Kucha

Se adjunta a continuación el link a Youtube del Pecha Kucha realizado sobre el libro de José Antonio Marina, La inteligencia fracasada.


Pecha Kucha La inteligencia fracasada

sábado, 1 de junio de 2019

Tutorial de reducción al absurdo

A continuación se adjunta el link a Youtube del video tutorial de cómo realizar el método lógico de reducción al absurdo.



Tutorial reducción al absurdo

jueves, 30 de mayo de 2019

Mapa mental tipos de ética

A continuación se adjunta el mapa mental correspondiente a los tipos de ética.


Link mapa mental en Goconqr

sábado, 25 de mayo de 2019

Presentación Categorías estéticas

Se adjunta el link a la presentación en Drive sobre las Categorías estéticas realizada por el grupo de: Andrés Jimenez, Abril González, Manuela Laguna y Laura Peláez.

Presentación Categorías estéticas

Presentación Modelos de Pensamiento

Se adjunta el link a la presentación en Drive sobre los Modelos de Pensamiento realizada por el grupo de: Andrés Jimenez, Abril González, Manuela Laguna y Laura Peláez.

Presentación Modelos de Pensamiento

sábado, 6 de abril de 2019

Ensayo sobre el veganismo

¿Cómo es posible que los animales sean humanos y nosotros egoístas?
Escrito por: Laura Peláez

Veganismo, un término que se ha tornado bastante controversial durante los últimos años, debido a su embellecida y alardosa  propagación por una sociedad ridículamente emocional. Algunos dirán que este se enfoca únicamente en la relación moral entre los seres humanos y los animales. Mientras que otros, pensarán que ser vegano es una simple cuestión de moda impuesta por los animalistas. Sin embargo, lo que deberíamos plantearnos desde un principio es ¿los animales pertenecen a nuestro círculo de oro moral?

Lo que creemos, a amplias y anchas palabras, es que un vegano es aquella persona que no consume productos de origen animal, ya sea con fines alimenticios, de vestimenta, higiene, ocio etc, dependiendo del tipo de vegano que sea; además, es aquella persona que no participa en ninguna actividad que implique la utilización de otros animales. Eso está claro. La disyuntiva y controversia está en el ¿por qué? ¿Cuál es su motivación a la hora de tomar esta decisión? ¿Qué los impulsa?

Si buscas la definición de veganismo en Internet, te encontrarás con múltiples y  diferentes resultados que irán desde “un estilo de vida”, pasando por “una forma de alimentación”, llegando incluso a tratarse como “un principio moral”. Y es aquí en donde realmente se encuentra el debate.

Lo que nos diferencia a nosotros de ellos son nuestros valores, emociones y sentimientos, nuestra moral. ¿verdad? Esos son nada más que algunos de los tantos argumentos del movimiento antivegano, el cual usualmente tiene un punto de vista mucho más científico y objetivo. Sin embargo, el veganismo se debe ver desde todos los ángulos posibles, empezando por la relación entre la ciencia y los valores humanos, para poder concretar si nosotros y ellos, siendo ambos animales, poseemos las mismas características y comportamientos morales.

Según el filósofo y neurocientífico Sam Harris, debemos tener una concepción universal de los valores humanos. ¿Y cuáles son estos? Podemos ir desde la compasión, la felicidad, el sufrimiento… hasta la noción de bienestar y de salud. Esa es la clave, nuestra conciencia. “Hay verdades por conocer sobre cómo florecen las comunidades humanas. Entendamos o no las reglas, la moralidad se relaciona con estas” afirmó Harris durante su Ted Talk.

Esto significa que nosotros, como humanos, al tener cultura, nuestro cerebro es capaz de experimentar y dar a flote diferentes estados de bienestar humano. Aunque esto es bastante subjetivo porque, incluso en nuestra sociedad humana, hay diferentes opiniones y puntos de vistas distintos. Eso es la moralidad.  

Lo que concluimos de esto es que los veganos, algunos, no todos, se enfocan en el comportamiento moral de los animales, por lo que afirman que ellos, poseen nuestras características como fuente de humanidad: la empatía, la solidaridad y la reciprocidad. Pero, ¿cómo es posible que los animales sean humanos?

Paradójicamente, esta hipótesis se demostró con estudios científicos sobre distintos comportamientos animales comparándolos con los humanos. Pensándolo así, nuestra sociedad no es tan diferente al reino animal. Ambos buscamos nuestro propio beneficio y la reconciliación. Esto nos remonta a las bases de la moral: la reciprocidad, hablando del sentido de la justicia y la equidad; la empatía y la compasión.

Tras varias investigaciones realizadas, como por ejemplo las del psicólogo holandés Frans de Waal, los animales demuestran tener comportamientos de consolación, habilidad para entender y compartir sentimientos de otros, la sincronización y la consolidación. Aunque nuestros cerebros se hayan desarrollado de diferente manera, nuestras bases de tendencias prosociales con parte emocional y cognitiva, son compartidas con los animales.

Precisamente esa es la posición de la filosofía vegana, desde el punto de vista moral. Los animales sienten y se comportan como nosotros y, por lo tanto, debemos tratarlos como a nuestros hermanos. Esta filosofía también se adapta a una serie de principios éticos, concretamente, basándose en la lógica y los hechos.
En primer lugar, se argumenta que, al ser individuos capaces de razonar, somos así mismo capaces de ser responsables por nuestros actos, ser conscientes de ello. Por lo que, al ser conducido por lógica, el ser humano se rige por el principio de “a los tuyos no se les hace nada”, lo cual, en nuestro contexto, sería como decir: “a los animales, por ser animales como nosotros, no se les hace nada”

Por consiguiente, poseemos un principio de identidad y cito, “no debemos hacer a otros individuos aquello que no deseamos que nadie nos haga a nosotros mismos… Todos los seres dotados de sensación somos conscientes y poseemos unos intereses básicos relativos a nuestra supervivencia y bienestar”. Este sigue siendo un argumento de la filosofía vegana.

Esto mismo nos remonta a lo que se venía diciendo con anterioridad acerca de las características como fuente de humanidad; fundamentando así, el principio ético de igualdad, o igual consideración moral. Se refuta en este punto que, por el simple hecho de pertenecer a distintas especies animales, no se debería discriminar por raza ni tratar de inferior a los otros. En términos generales, especismo.

Asimismo, se retoma el valor inherente de los seres vivos, por lo que, no se deben consumir animales sintientes, capaces de experimentar sensaciones y que buscan su propia conservación y bienestar, puesto que esto mismo les hace ver como“seres conscientes, al menos en un grado básico”, según esta filosofía.

Para resumir, el veganismo es un principio ético referido, exclusivamente, a la opresión humana sobre el resto de los animales no humanos, por su estatus como propiedad. Porque, como dicta su filosofía, nosotros no somos nadie para hacerles daño a los animales, para alimentarnos de ellos o saciar nuestras necesidades básicas.

Este tipo de veganos éticos, lo que buscan es la igualdad en el trato y los derechos de los animales como seres vivos, que merecen el mismo bienestar y salud que nosotros; justifican sus ideales principalmente con  la afirmación de que, si nuestros actos afectan directamente a los intereses básicos de otros individuos, entonces ser vegano es una cuestión moral y no privada.

Sin embargo, la falencia se encuentra en que estos principios no cubren todas las posibles relaciones o conflictos entre nuestra especie y los demás animales, introduciendo así lo que se conoce, por invento propio, como los Derechos Animales. Si nos damos cuenta, somos nosotros mismos los que decidimos pensar que un animal posee todos los mismos derechos que un humano. Porque claro, ellos evolucionaron tal y como nosotros, ¿verdad?

Es aquí donde entraría la gran disyuntiva del veganismo, siendo uno de los más fuertes argumentos en contra de este: Otros animales comen animales, ¿por qué está mal que nosotros hagamos lo mismo si también somos animales?

Esta es una cuestión que, si se ve desde la perspectiva ética, podríamos estar justificando el hecho de que si algunos humanos asesinan y violan a otros, estaría correcto que nosotros hagamos lo mismo, ya que también somos humanos. Sin embargo, los argumentos anti veganistas se inclinan más por lo que es una cuestión de supervivencia, de selección natural de las especies, unos argumentos mucho más científicos. Y es que los movimientos del anti veganismo lo califican como una utopía privada basada en falsedades y pensamientos ilusorios, puesto que consideran sus ideales como simples construcciones de sus perspectivas emocionales, dejando de lado la lógica, la razón y la ciencia.

A lo que se refieren, en un primer plano, es al tema de la cadena alimenticia. Si los humanos requirieron de todos estos productos animales, para sobrevivir, ¿por qué deberíamos desistir de esta dieta, ya incorporada en nuestro sistema alimenticio y digestivo, por una simple y banal cuestión subjetiva, como lo es la moral?

Sí, podemos ser animales, pero somos también humanos, una especie superior, conscientes de nuestra existencia, capaces de cuestionarnos nuestra propia realidad. Por lo que, la lógica de los veganos resulta frustrantemente indiferente, sin precisión ni sensatez como para ser tomada en consideración.

¿No es el veganismo un simple movimiento creado por animalistas basados en medias verdades y largos discursos “especializados”? A largo plazo, estas desfiguraciones de la realidad, falsedades de la moral, hacen daño tanto a los animales, como a los seres humanos en su convivencia.

Con esto se quiere hacer crítica a todos los principios filosóficos del veganismo. Basándose en el aire de superioridad de nuestra especie humana por encima de los que, son considerados, alimentos y productos básicos para nuestra supervivencia en la Tierra. Al menos esa es la teoría de los anti veganistas..

Sin embargo, fácilmente los veganos les pueden refutar con un “ se puede perfectamente llevar un vida sana y normal sin la necesidad de consumir productos animales” Tal vez, en la Era Prehistórica, cuando el estilo de vida era mucho más precario y salvaje, el cuerpo humano solicitaba a gritos la alimentación animal. Pero, ¿no se han puesto a pensar qué pasaría si nuestra especie hubiera elegido el fruto en lugar del mamut?

Efectivamente, nuestra dieta automáticamente habría cambiado por completo, puesto que nos habríamos adaptado y acostumbrado a otro tipo de alimentación, uno que no implique la matanza cruel e innecesaria de otra especie animal.

Es aquí donde se retoma la crítica a la dieta vegana, por la cual varios expertos han demostrado preocupación por el incremento durante los últimos años del porcentaje de personas que deciden tomarla. Podría decirse incluso, que la razón por la cual hacen lo que hacen, es por simples cuestiones de moda. Esto es debido a que, se tiene una imagen muy distorsionada y embellecida de lo que realmente es el veganismo,  y, aún más, de los requisitos y acciones necesarias para convertirse en un vegano.

Por más beneficios que afirmen los veganos que puede tener para tu salud llevar una vida alimenticia sin el consumo de los productos de origen animal, los dietistas sostienen que las personas, por el simple hecho de seguirle el paso a sus famosos favoritos o a su amiga animalista del colegio, se arriesgan a no consumir suficientes proteínas, vitaminas y nutrientes indispensables para su cuerpo. Inclusive, la prestigiosa Universidad de Harvard estableció que “el consumo de proteínas animales ha sido determinante para el desarrollo humano”.

Por lo que, desde un punto de vista biológico, no es recomendable del todo llevar una dieta estrictamente vegana, en especial para los más pequeños que están en pleno desarrollo ya que podría  alterar su crecimiento y costarle mucho por una cuestión moral implantada por una sociedad cada vez más ridícula y emocional, como diría un anti-vegano.

Ahora bien, digamos que aceptas el riesgo. Digamos que decides volverte vegano ya que haces caso omiso a las recomendaciones y estudios científicos de lo que podría sufrir tu cuerpo con el cambio de dieta. Porque claro, si fuera letal para los humanos convertirse en veganos, no habría ninguno rondando la Tierra, viviendo y disfrutando su vida “sana” en este preciso momento.

Plasmando la situación en nuestro mundo actual, se podría pensar que una sociedad vegana necesitaría muchísimo menos terreno cultivable partiendo del simple hecho de que el cultivo de plantas consume entre cinco y diez veces menos agua que la explotación ganadera. Efectivamente se estaría en lo correcto. La huella hídrica de la cría de animales es mayor que otras actividades.

Con esto hemos llegado a la actual controversia del veganismo, y es que ¿qué pasa con cuestiones como la contaminación, el medio ambiente, la pobreza, las guerras y otros varios problemas con los que la humanidad debe lidiar? ¿Por qué es nuestra alimentación una prioridad de entre los otros muchos también de relevancia moral?

Cada día más gente se empeña e interioriza en que comer menos huevos y carne es beneficioso, no sólo para nuestra salud, sino también para nuestro entorno, nuestro planeta. Incluso se ha llegado a proponer, por parte de activistas, que la única manera de salvar nuestro mundo, es siendo veganos, utilizando una y otra vez el mismo argumento y la misma excusa.

Únicamente escuchamos en las noticias acerca de la quema de combustibles fósiles y de petróleo, de cómo esos son los causantes de nuestra futura destrucción, pero los animalistas, veganistas y defensores de este movimiento, destacan por encima de todo a la ganadería como principal contribuyente al cambio climático causado por el hombre.

La verdad es que, según el arduo trabajo investigativo del biólogo y botánico Allan Savory, se ha demostrado que el manejo racional de la ganadería, como se llevaba a cabo en las épocas anteriores a la Revolución Industrial. pueden llegar a generar paisajes, incluso desiertos ante ese cambio climático.

Y es que, nosotros mismos lo hemos presenciado. Las ONG´s y principales organizaciones ambientales, se encargan de esparcir un activismo ideológico en nuestra sociedad, en el cual, la creencia base fue definiéndose como “animalismo” o defensores de los derechos de los animales, cuando de hecho, se ha llegado a afirmar que el veganismo también mata animales.

De este modo, y dentro del análisis expuesto, llegamos al punto inicial de este ensayo, ¿es el veganismo un estilo de vida, una moda o un principio moral? Realmente, desde mi punto de vista, estamos tratando con un movimiento subjetivo, emocional e incluso me atrevo a calificar como escandaloso.

Sí, nadie puede negar que los datos, las cifras y los hechos existen. Que una vaca puede llegar a hacerle mucho más daño a nuestro planeta que toda la contaminación. Pero, es que somos nosotros los que desde un principio hemos decidido iniciar con nuestra autodestrucción.

Los veganos pueden tener su filosofía sentada en la ética y la moral, y eso se respeta. No es como decir que ellos se basan puramente en aspectos sentimentales y emotivos, puesto que, ¿quiénes somos para decir que una cultura está equivocada?

Podremos pensar cuanto queramos en que los animales tienen los mismos derechos que nosotros, pero jamás, jamás, serán iguales que nosotros, humanos. Ambos somos animales, pero de diferente especie. Y, por más que este argumento suene a superioridad humana y antropocéntrica, el mundo es como es, incluso si significa creer en una cadena alimenticia en la cual animales comen animales.

Claramente no se pueden pasar por alto las investigaciones realizadas en distintas especies para definir el comportamiento moral de los animales que, al parecer, tras los resultados obtenidos, podemos concluir que efectivamente un animal demuestra empatía y compasión. También que ellos viven en su sociedad y nosotros en la nuestra, de distinta índole y formación, pero aún así sigue siendo el tipo de organización del grupo como especie.

Sin embargo, por más que un chimpancé me demuestre tener tendencias prosociales, debemos partir de que tenemos una  vaga concepción universal de los valores humanos. La pregunta que realmente nos deberíamos hacer es ¿qué significa ser un humano y qué significa ser un animal?

Bibliografía:

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miércoles, 3 de abril de 2019

Comentario del artículo 4, la emoción vs la razón

¿Somos seres emocionales o racionales?

El artículo objeto de comentario pertenece a un portal electrónico, sinpermiso, en el cual se encuentran diferentes textos críticos de la cultura, la ciencia y demás. Este, precisamente, fue escrito por el Catedrático español de Psicobiologíam, Ignacio Morgado Bernal, y abarca, principalmente, el cuestionamiento científico y psicológico de, ¿predominan nuestras decisiones racionales o emocionales? y, ¿qué pasaría si estas dos áreas de nuestro cerebro quedan desconectadas la una de la otra?

Bernal a lo largo del artículo nos presenta una serie de casos en los cuales el ser humano se ha puesto en situaciones tan extremas, que debe dejarse llevar por uno de sus dos cerebros, el racional o el emocional. Primeramente, se nos explica que, las personas somos seres biológicos, por lo cual, nos comportamos según nuestro entorno y ambiente. Está claro que una persona en un campo de exterminio nazi, sin saber su destino en los próximos minutos, no se comportará, actuará y pensará de la misma manera que aquel que está tranquilamente tomando un café en la panadería de su barrio. Sabemos de sobra que una persona en el primer cuadro no precisamente priorizará su educación y cultura por encima de su supervivencia. 

Y es que, esa es la base argumentativa de todo el artículo. Dependiendo de nuestra situación, reaccionaremos ya sea con nuestro uso de razón, o bien con nuestros instintos y emociones. Todo es cuestión de circunstancias, ¿verdad?

Bueno, esta afrimación tal vez no sea del todo cierto. Seguidamente, el Catedrático nos da a conocer el caso de Phineas Gage, un joven de tranquilo y llevadero de 25 años quién, en 1848, tras un accidente laboral, pierde la conexión neural entre sus estrucuras racionales y las emocionales. Fue objeto de investigación científica puesto que, su condición resolvería este enigma. Como era de esperarse, el sujeto tuvo un cambio radical en su comportamiento, puesto que se volvió mucho más violento y agresivo, aflorando así sus impulsos por encima de su juicio intelectual y racional. 

Este ejemplo apoya la teoría, desde un punto de vista biológico, de que, nuestro cuerpo, al separar el cerebro racional y el emocional, reaccionaría inmediatamente en pro del segundo dejándo de lado la capacidad de controlar y regular nuestra razón. Sin emargo, Ignacio Morgado Bernal, decidió respaldar su hipótesis con otros dos casos, bastantes similares pero que tuvieron resultados totalmente diferentes. El hundimiento de dos transatlánticos y el comportamiento de sus pasajeros ante este evento.

Por una parte tenemos el famoso Titánic, cuyo colisionamiento fue en 1912 y en el que fallecieron 1517 personas, y, en el otro lado de la moneda, está el Luisitania, naufragado en 1915 y con el cual 1198 personas perecieron. Ambas tragedias tenían aproximadamente el mismo número de pasajeros, de distintas clases sociales, casi que la misma estructura técnicamente hablando y una capacidad de salvamiento en cuanto a botes salvavidas parecida. Lo que saca que, las posibilidades de superviencia en ambos casos fueron bastante similares. ¿Qué fue lo que pasó en cada uno?

Bueno,  en el Titánic los tripulantes y pasasjeros tuvieron casi dos horas antes del hundimiento, por lo que, al momento de evacuar, prevalecieron el orden y las leyes y estratos sociales por encima de las emociones. Es por esto que la mayoría de los sobrevivientes fueron personas de clase alta y con privilegios. Mientras que, pasó todo lo contrario en el Luisitania, contando con tan solo 18 minutos, las personas actuáron siguiendo la norma de "sálvese quién pueda, dejándo de lado quien era quien en tierra. Y es que, así fue como el insinto de supervivencia y las emociones estuvieron por encima de todo lo demás. ¿Por qué siendo tan similares ambos naufragios, se dieron resultados tan distintos?

La respuesta: todo se reduce a la situación y el tiempo. Mientras que el primer caso se dió en un transatlántico turístico, en una época y lugar medianamente "favorable y tranquila", el segundo ocurrió en años difíciles de guerra y como consecuencia de un ataque enemigo. Claramente los trripulantes de ambas naves sentían y razonaban de maneras totalmente distintas. Y esto da pie a la hipótesis base de que, todo depende de la situación y circunstancias en las que nos encuentremos.

Mientras que en algunos casos podemos actuar con mente fría y calculada haciendo uso de nuestra razón, otras veces simplemente deberemos dejarnos llevar por nuestros instintos de supervivencia, simplemente por el miedo, terror, estrés, afán de conseguir o solucionar un problema. Y es que, no sólo debemos basárnos en situaciones de vida o muerte tan extremas como los casos anteriormente mencinados, sino que incluso, en nuestro día a día, podemos caer en nuestro pensamiento primitivo más antiguo, el egoismo. 

sábado, 23 de marzo de 2019

Comentario del artículo 3 sobre el machismo

Nosotras como objetivo de ellos

Machismo sin argumentos


El texto objeto de comentario pertenece a una publicación del 2018 en un blog cuyo título es: De negar "la violencia del machismo" a negar "el machismo de la violencia". En este se exponen los diferentes argumentos principales que han salid a lo largo de los años para justificar el machismo, y, a su vez, alejarlo de la condena de categorizarlo como "violencia", cuando realmente lo es. 

Desde el principio, la idea de "machismo" se ha intentado confundir e incluso, ocultar, de su verdadero significado, llegando al punto de que un alto porcentaje de la sociedad hoy en día no podría dar una definición clara y objetiva de lo que realmente es ser machista. Esto se debe a las ya varias y repetitivas razones y "hechos" con los cuales los propios machistas intentan ocultarse de la verdad. 

Partamos de la base, el machismo, ¿una mentalidad, una actitud, una manera de pensar y actuar? ¿O un simple pretexto y significado sin razón de ser para un tipo de comportamiento en específico? ¿Un modo de vida?

El término general al que asociamos este tipo de actitud en el que una persona sostiene que el hombre es, por naturaleza, superior a la mujer. En otras palabras, por el simple hecho de ser mujer, nosotras automáticamente vamos a ser tratadas, usadas, vistas, calificadas y respetadas de una manera u otra. 

A lo largo de la historia, se ha intentado argumentar las acciones y pensamientos machistas desde diferentes puntos de vista. Hay algunos que podrán pensar que este mundo es pura y netamente machista nada más y nada menos porque así o dicta la historia, incluso, involucrando nuestra biología y genética. Por lo que, si un hombre abusa sexualmente a una mujer, no lo podemos juzgar, todo es culpa de su forma de ser biológicamente hablando, y la mujer puede y debe ser tratada de esa manera. ¿Puede la ciencia justificar el machismo? 

Otros podrán pensar que es cosa de ese hombre, y no del resto. Ya que, ¿por qué deberíamos acusar a cada ser humano de sexo masculino simplemente por el comportamiento de un reducido porcentaje de hombres, en comparasión a la población masculina total? Así es como se basan en un argumento cuantitativo, en el que "solo unos pocos hombres" son los culpables del comportamiento de un todo.

Además, en la publicación también se trata el argumento de la exclusividad. En este pobre y sin razonamiento alguno, se justifica el comportamiento machista con el hecho de que sólo puede ser de hombres hacia mujeres, argumentando que, si dichas acciones tienen consiguen igual resultado, el punto de origen y definición es el mismo. Por lo que, el machismo, según esta justificación, es nada más que el producto de otros comportamientos diferentes, los cuales están a manos del entorno, ambiente, cultura y situación de cada hombre. Así, ocultando el valioso y real hecho de que, el machismo es realmente la base de las diferentes ramas de violencia. 

Finalmente, relacionado con lo anterior, es ese mismo elemento de circunstancia con el cual se justifica el machismo. El argumento de la imcompatibilidad, en el que el hombre hace lo que hace por sus simples comportamientos y características personales. Reduciendo así, al machismo, a una simple cuestión de cada uno, sin poder culpar al resto.

Se podría decir, por lo tanto, que estos y muchos más argumentos lo único que buscan es negar rotundamente el machismo de la violencia. Ocultarnos la situación real, y, no actual, que se repite cada año, cada semana, cada día, cada hora, cada minuto, en cualquier país, ciudad, barrio u hogar del mundo.

Por lo que, son inválidos todo tipo de argumentos que busquen redirigir el comportamiento machista hacia otras áreas de violencia, que intentan confundirnos aún más y complicar lo simple. La simpleza del machismo es más que todo la existencia de estereotipos, mentalidades, valores, ideas que se han implantado en la sociedad, y se siguen enseñando a las nuevas generaciones, creando así un ciclo sin fin de violencia, maltrato y desprecio hacia la mujer. 

Hay que aceptarlo, el machismo es cuestión de todos, al igual que el feminismo. Nos afecta de una u otra forma, sin importar su intencidad. Todos nos hemos visto implicados en situación de violencia, desde el abuso sexual o asesinato, hasta la mínima mirada u comentario fuera de lugar y machista. Porque, no estamos seguras, ninguna, sin importar nuestra condición, situación social, cultural o económica, todas somos vistas como un objeto, posesión de ellos. Y es que, tal y como se expone en la publicación, "el machismo es cultura, no conducta"


viernes, 8 de marzo de 2019

Comentario del artículo sobre Colombia

Los silenciados hasta la tumba por la verdad y la justicia

El texto objeto de comentario pertenece a un informe publicado por la revista Semana el 2 de febrero del 2019 acerca de la problemática de los lideres sociales en Colombia. Esta investigación fue realizada por el programa Somos Defensores, el CINEP, la Universidad Nacional de Colombia, la Comisión Colombiana de Juristas y el portal Verdad Abierta y destaca por ser de las primeras en identificar una sistematicidad en los asesinatos de estos defensores de los Derechos Humanos en nuestro territorio. 

En el informe se nos presentan diferentes datos y cifras contundentes que demuestran y comprueban hipótesis acerca de la existencia de patrones en los asesinatos de lideres sociales que se han presentado en los últimos tres años. Y es que, tomando como punto de partida la firma del Acuerdo de Paz entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) el 24 de noviembre de 2016, han sido asesinados en el país 257 líderes sociales hasta la fecha del 31 de julio de 2018.

Empecemos por los actores de dichos hechos de violencia, portadores de manos ensangrentadas con temor y verdad. En primera instancia se pensaría que las organizaciones criminales y grupos al margen de la ley son los responsables de estos múltiples y continuos asesinatos. Sin embargo, sorprende saber que la mayoría de casos (118 para ser precisos) aún no tienen un autor identificado. Sí, como se podría esperar y tomando en cuenta las zonas y regiones en las que se presentan los eventos, paramilitares, grupos armados, el EPL y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), son causantes, en segundos y terceros puestos, de tales crimenes. Sin embargo, y he aquí la gran disyuntiva, según el informe existen asesinatos perpetrados a manos del propio Ejército Nacional y la Policia.

Así mismo, y por lo que esta investigación es tan relevante en el tema, es porque se han logrado identificar diferentes patrones e indicios que demostrarían la sistematicidad de los asesinatos, y que, de hecho, el pasado 11 de enero de este año el mismísimo Gobierno de Colombia reconoció esta hipótesis como verdadera. Entre las pruebas más relevantes y contundentes, se encuentra el homicidio cometido con arma de fuego, la implicación de sicarios en las muertes, las zonas geográficas comunes, la presencia de paramilitarismo y, por sobre todo, las sospechas ahora esclarecidas de indicios de planeación y seguimiento de víctimas. 

Para muchos esta información les resultará obvia y no tan relevante para el importante y grave problema que se presenta casi que a diario en nuestro país, pero, sin lugar a duda debemos mirar al pasado para entender el presente. ¿Qué es lo que realmente está sucediendo en Nariño, Chocó, Córdoba, Valle del Cauca, Antioquia,  Cauca? O, debería ser ¿qué fue lo que sucedió y por qué sigue teniendo repercusiones en la actualidad?

Recordemos que todas estas zonas tienen varios puntos en común, entre los que destacan la falta de implicidad estatal, ser regiones afectadas directamente por el conflicto armado y, por lo tanto, áreas de alto nivel de narcotráfico. Por lo que, luego de la firma de paz con las FARC, se dió un rayo de esperanza para las distintas comunidades de estas partes del país para retomar lo que les pertenecía en un principio. Un impulso para luchar por la justicia y por retomar sus vidas arrebatadas por la pasada violencia. El problema, reside en que esta violencia no se ha eliminado por completo, puesto que, como sabemos, existen aún numerosos y esparcidos grupos disidentes, inconformes con dichos tratados con el Gobierno que desean continuar con sus negocios y comercios ilícitos. Pero, ¿quién los puede culpar?  

Esto tiene que ver con los líderes sociales puesto que ellos son personas, del común, elegidas por el propio pueblo para representar sus causas y pelear por estas. En este caso, cabecillas de grupos en contra del narcotráfico y paramilitarismo, que lo único que buscan es restaurar la paz en sus tierras, poder sanar y sacar adelante a su familia. Se oponen a economías ilegales, participan en la política y  buscan la verdad nada más que la verdad. Y esta es precisamente la razón por la cual resultan amenazados, toturados y, en el peor de los casos, asesinados en las entradas de sus propias viviendas. 

¿La razón? Claramente estos magnates resultan una piedra en el zapato para los grupos al margen de la ley al impedirles el libre, rápido y fácil comercio y negocio ilegal. Por lo que deciden silenciarlos a punta de balas para la eternidad. He aquí la respuesta a esos 118 casos en los que los autores de los asesinatos son desconocidos y no identificados. Precisamente porque se prefiere contratar a sicarios, personas cualquieras que pueden ser incluso sus vecinos, para pegarle un tiro al lider social de la comunidad. Pero resulta, pasa y acontece, sabemos quién se ensuncia de sangre ajena, quién jala el gatillo, pero no sabemos quién paga y está detras de todo el asunto, volviéndolo así un díficil y enredado laberinto de interéses políticos, sociales y económicos de todas las partes involucradas. 

¿Y el Estado? Bueno, quedemos con esa pregunta, pregunta que los colombianos nos solemos hacer con cuaquier problemática que se presente en el país, porque pareciera que corre por nuestras venas el culpar al Gobierno por cualquier situación especial que se dé. Sin embargo, en este caso, realmente es el Estado la base principal de los asesinatos. El hecho de que estas comunidades se sientan y, de hecho, se encuentren sin el amparo de la seguridad nacional, los hace aún más vulnerables, porque la falta de una política integral que desmonte las acciones agresivas en contra de los sindicales, ausencia de la voluntad del Estado para controlar estas estructuras paramilitares, da lugar a la carencia de mecanismos de protección para los mismos.

Lo más fuerte, es que ni siquiera la cifra dada por este informe de 257 asesinados podemos tomarla como verídica al 100%, puesto que, tal y como lo incluye en la investigación, los reportes de Medicina Legal no concuerdan en siete casos, lo que significa que, podrían haber cientos de cadáveres de lideres más envueltos y escondidos bajo tierra a lo largo y ancho del país. Una realidad dura, pero tristemente cierta de Colombia. País en el que resulta frustrante la indiferencia de la sociedad colombiana, la ausencia de estrategias eficientes para evitar este tipo de masacres, pero, sobre todo, que dan lugar a disyuntivas e incongruencias comunicativas entre el Estado, los sectores políticos y el pueblo. 

Se repite la historia, contada de diferente manera pero con la misma base, la mentira, el engaño, el temor, el miedo a ser silenciados por querer sacar la verdad a la luz. Nada más debemos tomar como ejemplo estos líderes sociales, personas como tú y yo que son elegidas por sus propias comunidades para levantar sus voces por encima de las amenazas, que buscan un futuro libre y lleno de paz. Defensores de los Derechos Humanos a los que paradojicamente se les es arrebatado el derecho inalienable de la vida. Hombres y mujeres que son tomados por las feroces garras de la injustica y la violencia, garras que con anterioridad, y, mirando hacia nuestro pasado, ya han tomado victimas del mismo estilo. 

Lo más grave es que aquí seguimos, cuestionando las acciones del Estado, de los grupos armados, de los paramilitares, sin darnos cuenta que lo que hacemos es buscar un responsable de los actos atroces, pero que realmente todo se remonta al nosotros como pueblo colombiano, al nosotros como país, al nosotros como una unidad separada, desplazada y rota, pero que aún así seguimos buscando a quien culpar. 



miércoles, 13 de febrero de 2019

Mapa mental, metafísicas espiritualistas vs materialistas

Mapa mental realizado en grupo por:Manuela Laguna, Aitana Palomar, Mariana Sarmiento y Laura Peláez

Enlace a Goconqr